
Las personas que utilizan lentes de contacto tienen que extremar las precauciones durante el verano. Un mal uso o mantenimiento de las lentillas puede provocar complicaciones en la córnea, como conjuntivitis papilar gigante (proceso inflamatorio no infeccioso), sequedad ocular y otras más graves como la hipoxia (falta de oxÃgeno) o las infecciones por Acanthamoeba. Esta última se produce generalmente por un mal uso de las lentillas, sobre todo por bañarse con ellas en la playa. Esta infección puede acabar perforando la córnea en menos de 24 horas, llegando a ser necesario un trasplante.
Por ello, no es de extrañar que los especialistas alerten de la importancia del buen uso y mantenimiento de las lentillas y recomiendan prescindir de ellas «no solamente durante el baño, sino, en general, para estar en la playa o en la piscina». También aconsejan no abusar de horas de uso, evitarlas siempre para dormir y utilizar productos especÃficamente diseñados para su higiene y mantenimiento.